divendres, 6 de març del 2015

Carnaval patinant


El dia 13/2/15 els alumnes de 4ESO vam anar a patinar a la pista  del FCB. Vam fer aquesta sortida perquè era el  dia de Carnaval. Vam  fer la sortida per pasar-nos- ho bé. I així va ser: ens ho vam passar genial, va ser molt i molt divertit. Al cap d'unes hores, però,  ens vam cansar molt de tant patinar. Alguns nens van començar i ho van fer molt bé, però  alguns altres   cada cop que entraven a la pista anaven de morros. També vam haver de fer un gran ús de les tirites. Les botes són dures i rígides. 
Tot i les incomoditats va ser una activitat per repetir.
Us deixem unes mostres de com ens ho vam passar amb aquest recull fotogràfic.








dijous, 5 de març del 2015

Educación vial, instituto Guttmann

El otro día vino un chico del instituto Guttmann. Aquel hombre estaba inválido ya que tuvo un accidente y se quedó paralítico, solamente podía mover de pecho hacia arriba, es decir, solo movía los brazos, cabeza y los hombros.
El buen hombre iba un día en  bicicleta con un amigo y fue atropellado por un coche, lo ingresaron en el hospital y  al despertar en la cama lo que más le preocupaba era si volvería a andar. Le dijeron que tendría un bajo porcentaje de supervivencia, pero al final sobrevivió. 
Comentaba que una de las mejores cosas que hizo fue ir al instituto Guttmann, realmente no era un instituto, era como un hospital para gente inválida en la cual les ayudan y les enseñan lo que tenían que hacer como por ejemplo; vestirse solo, conducir, ducharse, etc.
Allí también tenían un psicólogo donde les ayudaban a superar y hacerles ver que la vida no acababa sino que volvía a empezar.
El chico nos  contaba que lo peor del día era ver a su familia estar mal por su problema, eso era lo principal a parte de saber que no volvería a andar y  saber que no volveía a vivir la vida de la manera que él lo hacía.
Me dio mucha pena cuando  explicaba que lloraba e intentaba volver a andar. Creo que lo conseguirá. Mas tarde hemos visto un vídeo de varias personas que explicaban por qué estaban en silla de ruedas y cómo eran sus vidas día a día.
Me ha gustado mucho la charla porque nos ha advertido de los peligros que corres al conducir sin precaución y me ha impresionado mucho cómo ha enfrentado el problema y cómo lo va superado día a día.

divendres, 20 de juny del 2014

Helena (Marina Alcoriza)

MEDALLAS, SANTOS Y ESCOBAS.
El personaje que me tocó interpretar en la primera obra de teatro de cuarto de la ESO, fue una joven y elegante modelo.
Físicamente se trata de una chica que solo mira por su aspecto exterior y que solo se preocupa por verse bien y que los demás la vean bien, siempre tiene que ir bien vestida y muy elegante y tiene mucha clase.
Siempre tiene una agenda muy apretada con los pases de moda, ya que se dedica a eso.

Yo me sentí muy cómoda con este papel ya que no era excesivamente largo y también porque me gusto mucho las frases que decía y como era ella según la obra.




Valentina Díaz (Clara Salvatella)

CUATRO CORAZONES CON FRENO Y MARCHA ATRÁS.
Desde principio de curso, el grupo B de 4to de la ESO hemos estado ensayando una obra de teatro llamada “Cuatro corazones con freno y marcha atrás”, con tal de presentarla a final de curso a todo el colegio y a nuestros padres. Yo representé a Valentina, la prometida de don Ricardo, que está a punto de recibir la herencia millonaria de su tío. Aún así, el testamento dice que no lo va a disfrutar hasta dentro de sesenta años, y los dos caen en la desesperación. Hasta que llega el Doctor Bremón y lo arregla todo con su descubrimiento de la inmortalidad.
Valentina es una joven de unos veinte años con pelo castaño y ondulado y un cuerpo alto y esbelto. Proviene de una familia rica y está muy bien acostumbrada, hasta que llega el desastre de la herencia de su prometido, con la que creían que serían ricos hasta la muerte. Entonces Valentina está desesperada: se marea, casi no puede hablar y sólo busca a Ricardo para compartir sus penas. Aún así, en el segundo acto, cuando ya obtienen la inmortalidad, se la concibe como harta de la vida, sin ilusión, sin esperanza, sin ganas de hacer nada. Es un cambio radical que el personaje sufre en cada acto, ya que en el tercero también tiene una personalidad totalmente diferente respecto a los otros dos. En este último es una niña a quien se le ha devuelto la ilusión, la alegría, el sentimiento de comerse el mundo; pero a la vez de seguir siendo autoritaria ante los hijos para darles una buena educación.
La verdad es que, primeramente, me sentí una persona completamente diferente a mi personaje, sobretodo en la desesperación del primer acto, y me costó un poco saber cómo comportarme y hablar para que pareciera desesperada. Yo nunca he experimentado este sentimiento que sufres cuando te chafan todos tus planes y, además, encontraba al personaje muy exagerado. Pero, poco a poco, fui analizando su situación intentando ponerme en su lugar y sentir lo que ella sentía. Poco a poco fui soltándome y exagerando más mi comportamiento hasta llegar al punto de creerme que yo misma era Valentina Díaz.
Los otros dos actos ya me resultaron más sencillos, ya que ninguno de ellos era tan exagerado y los sentía más cercanos a mi personalidad o mis experiencias. Además, con la soltura que había logrado en el primer acto, ya continué en los otros dos y no tuve que trabajarlos tanto. Aún así, los resultados me sorprendieron, ya que al final me salió mucho mejor la figura del personaje en la primera parte y todos me felicitaron por mi actuación “sobre todo en el primer acto”, como ellos mismos afirmaban.

La verdad es que ha sido una experiencia inolvidable y muy gratificante que sin duda me gustaría muchísimo repetir, ya que, no sólo ha sido mi primera vivencia como actriz (la cual he disfrutado mucho), sino porque también he notado que todo mi grupo de clase se ha unido para mostrar al público que nos visitó todas nuestras ganas de ofrecerlos un buen rato que siempre recordaran con una sonrisa.



Juana (Elsa Serrano)

CUATRO CORAZONES CON FRENO Y MARCHA ATRÁS.
Todos sabíamos que este año nos tocaría representar una obra de teatro. Personalmente era una cosa que me preocupaba bastante. El hecho de plantar-me delante de un escenario repleto de gente me paralizaba. Esa fue la razón por la cual no quería que me tocara un personaje importante que saliera durante casi toda la obra.
Me parece recordar que fueron pasadas las fiestas navideñas cuando empezamos a ensayar. La obra que representaríamos seria una de Enrique Jardiel Poncela titulada “Cuatro corazones con freno y marcha atrás.” Primero de todo comenzamos con la elección o repartimiento de los personajes. Por la razón que he mencionado antes quedé muy satisfecha con el personaje que me habían asignado. Se trataba de Juana, la portera de la casa donde vivían los Cifuentes, una mujer de unos cuarenta años. Era un personaje secundario que solo aparecía durante el primer acto.
A las pocas clases empezamos con los ensayos. Me sentía a gusto interpretando a Juana e intentaba poner un tono de voz algo diferente al mío que se ciñera al guión y que, a la vez, concordase con lo que mi personaje quería transmitir. Sin embargo, a lo que más me costó acostumbrarme fue a estar la mayor parte del primer acto de pie en escena sin decir nada, solo interviniendo en contadas ocasiones con expresiones espontáneas. No obstante, mi vergüenza arriba del escenario disminuía al pensar que estaba rodeada de compañeros, sobre todo de sirvientas, haciendo que me sintiera cómoda y algo más relajada a medida que la obra iba avanzando.
Cuando empezamos a hacer los ensayos sin el libro delante la cosa cambió bastante. Había gente que estaba bastante perdida. En mi caso, cuando me tocaba mantener una conversación a solas con dos personajes, concretamente con Corujedo, agente de seguros de vida y Emiliano, el cartero, uno de los personajes principales, por no decir el más importante, me ponía muy nerviosa. Una sensación angustiante recorría mi cuerpo. Tenía la sensación de que el guión se me había olvidado por completo. Pero solo era mi imaginación.
Durante los primeros meses ensayando gran parte de mis compañeros no se lo tomaban en serio, sin darse cuenta de que para que una cosa salga bien hay que practicarla día a día. Supongo que sería porqué veían muy lejos el día de la representación final. Por esa razón, cuando tan solo faltaba una semana para el gran día, el día de la verdad, el día en el que debíamos demostrar lo mucho que habíamos trabajado, muchos de mis compañeros comenzaron a inquietar-se. Yo no estaba nada nerviosa, el hecho de pensar que sólo salía durante el primer acto y que apenas decía diez frases permitía que me tranquilizara.

Y por fin llegó el día. La obra la representamos el miércoles 28 de marzo a las 15:30 en el gimnasio del colegio, donde hay un pequeño pero acogedor escenario. Primero la representamos delante de una gran mayoría de los alumnos del colegio, i seguidamente, a las 19:00, delante de nuestros padres. La primera vez, fue bastante desastre, sobre todo el primer acto, nos costaba arrancar con las frases y ponerle un ritmo continuo al diálogo. En cambio, la segunda vez salió muchísimo mejor. Ya teníamos dominado el escenario e hicimos de esa tarde un día magnífico, digno de recordar.


dijous, 19 de juny del 2014

Bonifacio (Joel Bolwijn)

MEDALLAS, SANTOS Y ESCOBAS.
En esta obra, este personaje se llama Eulalia. Como es un personaje femenino, tuvimos que cambiarlo por un personaje masculino. Por eso le pusimos el nombre de Bonifacio, ya que era un nombre que divertido y daba sensación de persona mayor. Pero en la obra el personaje no cambiaba, es decir su actuación y participación en la obra era la misma.
Bonifacio era una persona mayor que aprecia de vez en cuando. Se quejaba de sus malas condiciones de vida en su casa. Tenía toda la pared florecida, tenia goteras y su desagüe estaba lleno de pelos. Por eso bajó un día para pedir ayuda al Coronel. Pero entonces surgió una discusión, ya que el Coronel se negaba a ayudar a Bonifacio. Así que esté salió a gritos a llamar a sanidad para que vieran en las condiciones en las que está viviendo. Más tarde, ya en el segundo acto Bonifacio vuelve a entrar en escena. Entra por la puerta de la calle y dice que ha ido a sanidad, y que dentro de poco se pasarán por aquí. Aquí ya se acaba su participación en la obra. Es un personaje secundario en la obra ya que aparece pocas veces y su historieta tampoco es muy importante en el desarrollo de la historia.

En mi opinión, me ha gustado mucho poder hacer una obra de teatro con todos los compañeros y representarla tan bien. Creo que nuestra actuación salió espléndida. Me gustaría poder repetirlo.